jueves, 27 de enero de 2011

A ostias con la vida

Hoy mi bichito se ha quedado llorando en la guarde. Ha cambiado mucho el panorama  del curso pasado a éste. El año pasado (curso escolar se entiende) se quedaba contento, es más, los primeros días estaba alucinado, me cogía de la mano para que viera los juguetes, pero ahora no quiere, no monta numerito, pero no quiere ir a pie, lo tengo que sacar del carro y cogerlo en brazos. Va andando mientras que entramos en su clase y vemos los vasitos, las batas, las fichas que hacen...pero cuando salimos al pasillo para ir a la otra clase donde entán todos los niños juntos no quiere.
Estoy planteándome cambiarlo de guardería.

Para colmo anoche vomitó en la cama (la nuestra) y esta mañana se ha levantado con descomposición. Cuando se lo he dicho a una de las profesoras me ha dicho que si hacía cacas líquidas que me llamarían para recogerlo. Hasta ahi bien, ya me ha entrado el yuyu de pensar que si me llamaban ya podía quedarme en casa y faltar al curro (otra vez no!!!!) o remover a las abuelas para que el peque se quede en casita que es donde debe estar.
Lo peor es cuando me iba ya, estaba en el suelo, por lo visto ha ido a coger algo y le han debido decir que no, que se tienen que poner todos en el suelo sentaditos, pues ha empezado a llorar y a andar como un alma en pena. Aún tengo ganas de llorar.

Que mierda de sociedad, los niños los tenemos que dejar al cuidado de extraños por cumplir nuestras jornadas laborales, que al menos en mi caso ni me satisface ni me siento realizada ni na. Si dejas de trabajar tal y como se nos plantean las jubilaciones estás jodida. Si por lo que sea te va mal con tu pareja y te quieres separar idem.

Nos han fastidiado a las mujeres con el trabajar. Se que muchas no se quedarían en casa ni locas, pero si me dieran la oportunidad yo sería la primera en apuntarme. Como en Dinamarca (creo, que lo vi en españoles por el mundo) que una señora decía que el estado le daba 700 € por cuidar a sus dos hijos, que estaban en edad de ir a la guardería. Si no los llevas, los cuidas tú y encima te pagan un sueldo. Vivimos en un país prehistórico.

Hoy me siento mal. Me dan ganas de ir a buscar a mi hijo a la guardería, decirles que no les voy a pagar ni un duro más, llamar al jefe y decirle que se meta el trabajo por el culo,que si hay muchos esperando mi puesto es porque no saben la presión que se siente en esta mierda empresa. A darle una patada y un corte de mangas a los que hacen llorar a mi hijo y a mi.

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martes, 18 de enero de 2011

Fuera de juego

¡Qué ganas tenía de contaros algo! De poder tener un ratito y conectarme para escribir, ando liada, no se muy bien por que, porque tampoco es que tenga mi casa como los chorros, ni me ha dado por hacer un curso de inglés (que no estaría mal)..., pero no llego, haga lo que haga el tiempo se encoge para mi.

Las Navidades tampoco han sido muy allá, exceptuando el día de Navidad que si que nos fuimos a comer a casa de mis tíos por lo demás han sido más bien sosas. Nochebuena en casa con mi suegro (rollo) y Nochevieja en casa solos, mi churri y yo. Papa Noel me ha traido una cámara de fotos (eso será para contar en otra ocasión) y para de contar, al menos para mí. Al bichito le han traido los reyes muchos jueguetes, demasiados para mi gusto, porque no quería que tuviera mucha cosa, que tampoco juega con lo que tiene y no hago más que acumular. Con el dinero que le han traido mañana nos vamos a hacer un reportaje fotográfico, que eso sí que me hace muchísima más ilusión (eso también lo contare en otra ocasión).

En el curro fastidiada porque mi jefe me ha metido todas las horas que le debía (otra para contar) y para colmo tuve faringitis desde el día de Navidad, que desencadenó una afonía más que considerable toda la semana del 27 de diciembre al 1 de enero. El bichito como no, también se puso malo.

Lo que más me ha preocupado es lo baja de moral que he estado, ahora no soy unas castañuelas, pero me encuentro mejor. No se si será cosa hormonal, que de vez en cuando me planteo más en serio la vida o que carajo me pasa, pero la cuestión es que me llego a plantear demasiadas preguntas acerca de mi vida.

Me sabe muy mal porque una de las poquitas cosas que puedo hacer es leeros (sobre todo a Cartofol, que me encanta, ¿qué tal guapa?) y he perdido ya el ritmo, pero bueno, en la vida no es lo que quieres, sino lo que tienes que aceptar. A ver si voy sacando tiempo, que esto se queda muerto y no me da la gana!

Un besazo a todas.